Desde tu matriz tan articamente fría,
como la calidez de tus volcanes, 
me besaste suave como tus brisas 
y feroz como tus mares...

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En el arca de tu desdicha
la sangre se me derramó,
y entre tus guerras y risas 
la carne se me formó.

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No dicen de ti suficiente 
las muchas oraciones, 
aunque te hayan nacido en la cordillera 
tan grandes poetas y cantores...

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Porque hay algo de ti 
que no se puede a palabras traducir
porque hay algo de ti
que simplemente no se puede transcribir...

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Y te aman tus valientes mujeres 
hechas de tu tierra y de tu cobre,
y te defienden del invasor
tus avezados y fieros hombres...

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Yo te miro desde lejos 
añorando poder encontrar
algun tenue vestigio de ti
en mi extranjero andar.

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Y a veces me conformo
otras tantas me contengo
a veces te recuerdo
a veces te olvido por momentos...

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Pero hay algo que comprendo
algo que no puedo ocultar
por muy lejos que esté
siempre a ti quiero regresar.

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Jessica Carrasco Carrasco