Ando girando como piedra cuesta abajo una larga caida,
se me va retorciendo la vida con cada paso a la deriva...
Me alimento del aire y del sosiego que reina en mis mañanas
cuando salto desde el fondo de mi alma a mi realidad pagana...

Que me castiguen los Dioses impiadosos del olimpo
aquí voy como fatuo hereje buscano otra vez mi destino
quien sabe los parajes sean llenos de fuegos del infierno
o santos recodos con calles de oro por alla por los cielos..

Al final de todo, que más nos llegará alguna vez a dar
partir la vida por el frente, por el lado o por el fondo,
si después de todo, muy a nuestro querer, muy a nuestro pesar
somos lo que podemos ser, sin nota de crédito y sin reembolso.

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Jessica Carrasco Carrasco