Desde mi jaula miraba alrededor
Y otras muchas jaulas vislumbraba
En cada una de ellas había un ruiseñor
Cantando una triste melodía solitaria
Miraba como las mañanas iban y venían
Como los atardeceres acampaban
Como la noche oscura florecía
Y me cubría con su manto de hadas
Miraba como el excelso horizonte
Parecía ofrecer una promesa
Allá lejos donde el sol se esconde
Algo me llamaba a llegar más cerca.
Un día la jaula se abrió
y curiosa me paré en su puerta
mi cuerpo al suelo cayó
casi muero, pero aún estaba despierta
Volar traté incesante en vano
Al menos por largo al comienzo
De pronto el viento fue mi aliado
Y perdí los miedos y los resentimientos…
Mi vuelo me llevó lejos
Donde jamás hubiese imaginado
Allá encontré los tesoros
Que sin razones se me habían negado
No sentí culpa alguna
Ni juzgué a quien no quiere
Pues pájaro que no vuela
Es porque aún no sabe que puede…
Jessica Carrasco