No me enseñaste a amar, 
me enseñaste a disparar y escapar, 
me enseñaste a correr con el miedo 
sudándome la piel
me enseñaste que mi cuerpo
era templo del no querer...

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No me enseñaste a reflexionar, 
me enseñaste a pelear
una batalla irreal, 
que solo se filmó 
en todo mi interior, 
con actores que no sabían 
siquiera de actuación.

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No me enseñaste a entender, 
me enseñaste a abrir los ojos
y comenzar a correr, 
correr sin rumbo
sin saber donde iba a llegar
y no llegué lejos,
desperté en el mismo lugar.

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No me enseñaste a confiar, 
me enseñaste a temer, 
a maldecir y a odiar. 
a romper todo a mi paso
sin intentar reponer
me enseñaste a destruir primero 
y pensar después.

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Jessica Carrasco Carrasco