Me viste, 
y yo que creía que no existía, 
que transitaba transparente 
por las calles de la vida, 
cuando aquellos pies indiferentes 
por sobre mi corrían...

tu me viste, 
y volteaste 
para poder observarme de cerca, 
con un poco de miedo 
y con curiosa inocencia,
sin saber que hallarías 
bajo la sombra de mi existencia...

Tu me viste...
y detuviste al instante tu tranco
para poder oirme 
para poder sentarte a mi lado
para al fin acompañarme
cuando todos se habían marchado...

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Jessica Carrasco Carrasco