Todo lo nuestro

tranquilo se esfumó,

como un cigarrillo

entre huesudos dedos

que respiro a respiro

va desapareciendo...

 

Como la presa

en boca de un león

que no le perdona la vida

que no le deja alternativa

que no da respiro

que no da elección...

 

Como un asesino

que afila su cuchillo

y lo clava sereno

en el pecho abierto

de su víctima fatal...

 

Como un veneno letal

que se bebe sin sospechar

que viajará por nuestras venas

para llevarnos incautos

a nuestro crudo final...

Así mismo lo nuestro,

sin remedio se extinguió

y aunque miro a mi alrededor

buscando comprender

que fue lo que tu querer

de mí para siempre apartó,

no encuentro explicación

no encuentro redención...

 

Y nos sentíamos tan poderosos

y nos sentíamos indomables

y creímos entender todos los secretos

y nos creímos triunfantes...

 

Hoy frente a frente

nos damos la espalda

y una distancia insuperable

con fuego nos separa

 

Hoy frente a frente

somos ladrones malditos

que usurpan nuestros cimientos

que usurpan nuestros destinos

 

Hoy frente a frente

somos dos almas vacías

flotando para siempre

en este frío desierto

en que se transformó nuestra vida.

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Jessica Carrasco

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